Así son las tardes en las que te pienso |
Tan callado, encerrado en la fantasía de que la soledad es la mejor compañera. Tan triste, con unos ojos tan llenos de vida, pero amarrados por las cuerdas que tú mismo sujetas con fuerza día con día cada vez que te levantas de la cama tratando de convencerte de que así todo esta bien.
Tan callado, encerrado en la fantasía de que la soledad es la mejor compañera. Tan triste, con unos ojos tan llenos de vida, pero amarrados por las cuerdas que tú mismo sujetas con fuerza día con día cada vez que te levantas de la cama tratando de convencerte de que así todo esta bien.
Tan exacto, la medida justa, el equilibrio perfecto que fluctúa cuando te miro o te recuerdo y te das cuenta de que no estas seguro y hay más de un solo camino, que existe más de una sola forma de comenzar el mundo y mirarse al espejo pensando que estamos completos, que podemos reír con la confianza de que el otro reirá con nosotros.
No pienses de esa forma, las cosas no son tan simples, aunque al mismo tiempo resulten no ser tan complicadas. Te veo sentado sin salir de casa, pensando de que nuevas formas puedes atar la luz de tus ojos, sin dejar que lo que te mueve por dentro salga y se divierta un poco. Ahora sonríes un poco y sientes ganas de seguir leyendo, de seguir jugando.
“Nunca se es lo suficientemente viejo” Y para los que gustamos de la soledad, o para los que nacimos en un tiempo equivocado: Nunca se es demasiado tarde para ser jóvenes.
Y mientras yo pensaba todo esto a ti te brillaba la mirada y se perdía de repente en algún punto del jardín o del cielo. ¿En qué estabas pensando? ¿Qué pasaba por tu mente cuando mis preguntas llegaron muy lejos dentro de ti y no supiste que contestar? ¿Habrás notado lo mismo que yo? ¿También tu camino se vio de pronto interrumpido por una mirada de alguien a quien casi no conoces y sin embargo crees conocerlo de antaño?
Pues sí, has conseguido que necesite cerrar mis ojos y pensarte… pensarte y hacerte ver que la soledad no es compañera, es un veneno, que no estas triste, solo estas incompleto, que las piezas se encuentran, que puedes desatar las cuerdas que atan tu mirada y mires, que te levantes de la cama e intentes, luches, juegues, muerdas, pienses, toques la batería, hagas lo que se te venga en gana, te quedes quieto, te muevas, que cierres los ojos viendo y dejes de mirar con los ojos abiertos, que te quedes callado, grites, corras, camines…
Hacerte ver que el equilibrio perfecto nace del caos más absoluto y que hay más de un solo camino, más de una sola forma de comenzar el mundo…
¿Y ya encontraste que es lo que te apasiona?